domingo, 24 de mayo de 2020

Educación para el Desarrollo Social


EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO SOCIAL

Catedrática
Dra. Sara Julia Castellanos Quintero

UNIDAD I
DESARROLLO SOCIAL

Por:
M.E. Carlos Alberto Chiñas Narváez
Estudiante de Doctorado en Educación
CEVIP. Centro Veracruzano de Investigación y Posgrado
Cd. De Xalapa, Enríquez, Veracruz. México.
24 de mayo de 2020

Actividad 1

Resumen del tema Indicadores de Desarrollo Humano y Género en México
Evolución del IDH de las mujeres en México.

            El documento “Indicadores de Desarrollo Humano y Género en México: Nueva metodología”, busca identificar las barreras para lograr la igualdad. Dicho documento fue publicado en el año 2014 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y que de acuerdo al sitio web Ecu Red que tiene como criterio de ordenación la Enciclopedia Cubana y que se encuentra en la siguiente liga:

Nos dice que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), es la red mundial de las Naciones Unidas, que promueve el cambio y conecta a los países con los conocimientos, la experiencia y los recursos necesarios para ayudar a los pueblos a forjar una vida mejor.

Mantiene una presencia en 176 países, trabajando con ellos para ayudarlos a encontrar sus propias soluciones a los retos mundiales y nacionales del desarrollo; mientras que fortalecen su capacidad local, los países aprovechan los conocimientos de personal del PNUD y del amplio círculo de asociados.

Es porque ello que resulta interesante conocer la forma en como especialistas de distintas áreas confluyen para el análisis y estudio de los indicadores que hacen posible el desarrollo humano sostenible tanto en  nuestro país como en los del resto del mundo. Instituciones como: CONAPO, INEGI, Secretaria de salud, CONEVAL, INEA, CIDE Y PNUD México, entre otros, colaboran para conocer el progreso o retroceso de los indicadores del Desarrollo Humano en México.

Lo anterior, se hace posible porque, de acuerdo a la introducción del documento, para alcanzar un desarrollo humano sostenible en México, es fundamental combatir los rezagos asociados a la desigualdad de género. El PNUD ofrece este diagnóstico a las autoridades gubernamentales federales, de las entidades y de los municipios, así como a todas las personas interesadas en el tema para que, de manera conjunta, se avance en la construcción de una estrategia de desarrollo social integral que garantice el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres mediante políticas públicas e inversión de recursos públicos focalizados. (PNUD.2014).

Este documento se encuentra organizado mediante un panorama nacional en donde se analizan la evolución del IDH de las mujeres en México y los índices de Desigualdad de Género.

También realiza un análisis sobre los Institutos Estatales de la Mujer en cuanto a su diagnóstico, retos y perspectivas, destacándose entre otros puntos: De la asistencia a la transversalización, la evolución de los Institutos Estatales de la mujer, la ubicación de las IMEF en la administración pública estatal, sus responsabilidades y atribuciones, las dimensiones del desafío y lo retos de la institucionalización.

Y por último, presenta fichas por cada entidad federativa para conocer sus Indicadores de Desarrollo Humano.

Ahora bien, hablemos del panorama Nacional y la evolución del IDH de las mujeres en México.
De acuerdo al prefacio (PNUD. 2014), la publicación “Indicadores de Desarrollo Humano y Género en México: nueva metodología”, es la aportación más reciente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México para profundizar, desde la perspectiva de la igualdad de género, en las oportunidades y desafíos que enfrentan el país y la sociedad a fin de asegurar un desarrollo pleno y equitativo para todas las mexicanas y los mexicanos.

Esta publicación analiza las tres dimensiones del desarrollo humano (salud, educación e ingreso) con los datos más recientes disponibles del INEGI, CONAPO, CONEVAL, SEP Y SSA. Asimismo, identifica las desigualdades que viven las mujeres en el país y realiza un mapeo geo referenciado de los rezagos más profundos.

En esta publicación, además, se examina las capacidades institucionales de las Instancias de las Mujeres en las Entidades Federativas (IMEF) con el propósito de identificar áreas de oportunidad para fortalecerlas, así como asegurar una mejor focalización de los recursos públicos que les permitan cumplir con los objetivos estales y nacionales.

Si bien los esfuerzos realizados alrededor del mundo para dotar a la población de capacidades básicas se han traducido en un incremento sostenido del valor del Índice de Desarrollo Humano (IDH) o en la consecución de una parte importante de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), es una realidad que las sociedades todavía luchan por incorporar a la mujer en el círculo de la prosperidad.

En este sentido, la publicación destaca el logro alcanzado en la dimensión de educación, que muestra las tasas de crecimiento más significativas para todos los estados de la república entre 2008 y 2012. No obstante, la dimensión de salud continúa siendo un reto, pues fue la que mostró las pérdidas más grandes en este periodo.

Para el PNUD, esta publicación enriquece la perspectiva del desarrollo humano al dotarla de una nueva visión que permite conocer las oportunidades y profundizar en los retos en materia de igualdad de género y contribuir a que éstos puedan ser superados.

Con este nuevo estudio, los gobiernos estatales tendrán una oportunidad para retomar las iniciativas exitosas de las IMEF y ofrecer nuevos elementos para diseñar políticas públicas que contribuyan a cerrar brechas entre mujeres y hombres.

Desde el primer informe sobre desarrollo humano mundial, en 1990, el Programa de las Naciones Unidas ha monitoreado sistemáticamente las tendencias de los principales componentes del desarrollo.

El concepto de desarrollo humano, entendido como el bienestar de las personas y que contempla tres aspectos básicos: en primer lugar, la posibilidad de gozar de una vida larga y saludable, la cual se cuantifica en la dimensión de salud; en segundo lugar, la dimensión de educación, que mide la capacidad de adquirir conocimientos; por último, la tercer dimensión, ingreso, mide la oportunidad de contar con recursos que permitan un nivel de vida digno.

El objetivo es dilucidar en qué aspectos es posible enfocar más esfuerzos de política pública para beneficiar de manera más equitativa y eficiente a la población en los estados y municipios.

LOS COMPONENTES DEL IDH: SALUD, EDUCACIÓN E INGRESO

Índice de Salud (IS).
La capacidad básica de contar con una vida larga y saludable, estimada por el Índice de Salud (IS) mediante la esperanza de vida al nacer, también puede calcularse de manera desagregada para hombres y mujeres.

Los resultados indican que, entre 2008 y 2012, el IS de hombres disminuyó en diez entidades de la federación y el de mujeres en una. En cuanto a las diferencias entre hombres y mujeres, se observa que las condiciones de salud para las mujeres, durante el mismo periodo de tiempo, presentaron mayor crecimiento que la de los hombres

Índice de Educación (IE)
El Índice de Educación (IE) mide el progreso relativo de una entidad en materia de años promedio de escolaridad para personas mayores de 24 años y años esperados de escolarización para personas de entre 6 y 24 años de edad. Entre 2008 y 2012, únicamente el estado de Colima presentó una caída del IE para los hombres; el resto de los estados tuvo un crecimiento positivo de dicho indicador para ambos sexos. El promedio nacional de crecimiento del IE para los hombres y las mujeres fue de 5.7% y 7%, respectivamente.

Índice de Ingreso (II)
La dimensión de ingreso del IDH refleja el acceso a recursos que permiten gozar de una vida digna. El Índice de Ingreso (ii) utiliza el Ingreso Nacional Bruto (INB) como indicador de recursos disponibles, y se ajusta a la Paridad de Poder de Compra (PPC). En el ámbito nacional, la tasa de crecimiento del ii para las mujeres fue de 3.8% y para los hombres de 3.6%.

MUNICIPIOS
Mientras que la mayor parte de las entidades con mayor nivel de desarrollo humano municipal para las mujeres se encuentra en el centro y norte del país, en el sureste se observa una concentración de los municipios con los menores niveles. Al respecto, cabe señalar que de los 614 municipios del país donde las mujeres tienen un IDH bajo, 309 (50.3%) se ubican en Oaxaca, 83 (13.5%) en Puebla y 63 (10.3%) en Chiapas.

LOS EXTREMOS DEL DESARROLLO PARA LAS MUJERES Y LOS HOMBRES.
Las entidades federativas con las menores brechas de desarrollo entre mujeres son Baja California, Baja California Sur y Aguascalientes, con valores de 4.5%, 12.5% y 15.6%, respectivamente. En contraste, las entidades con las mayores brechas de bienestar entre mujeres fueron Oaxaca (59.1%), Guerrero (55.8%) y Veracruz (51.3%).

Si se compara a nivel municipal y entre mujeres, el estado con la menor brecha de desarrollo es Baja California, donde el municipio con mayor IDH (Mexicali) supera al de menor (Playas de Rosarito) en 4.5%. Sin embargo, las diferencias en desarrollo más evidentes suceden en el estado de Oaxaca, donde existe una brecha del 59.1% entre el municipio con mayor nivel de IDH (San Sebastián Tutla) y el municipio con el menor valor (San Simón Zahuatlán).

DIMENSIONES
Las distancias en desarrollo entre las mujeres también pueden determinarse para cada uno de los tres componentes que conforman el IDH
SALUD
EDUCACIÓN
INGRESO

Aquí el contraste más notable ocurre en los estados de Chihuahua, Jalisco y Oaxaca, donde la brecha en el IS de las mujeres es de 60.3%, 60.1% y 58.4%, respectivamente.



Sin embargo, la brecha en esta dimensión representó apenas el 6.2% en Colima y el 6.4% en Aguascalientes y Baja California

En la dimensión de educación se observan los mayores contrastes entre mujeres, pese a que el estado de Baja California apenas tiene una brecha de educación entre mujeres de 7.3% a nivel municipal.


Los estados de Oaxaca, Guerrero y Veracruz presentan una amplia diferencia en el interior, todos con brechas mayores al 75% entre el municipio con el mayor y el menor Índice de Educación.

La dimensión de ingreso presenta en promedio la menor brecha entre mujeres. Las entidades de Baja California (5.4%), Baja California Sur (10%) y Colima (15.7%) tienen las menores distancias de desarrollo en cuanto a esta dimensión.

En contraste, en los estados de Veracruz, Oaxaca y Chiapas, se observan las mayores brechas, con distancias de 45.1%, 44.8% y 40.5%, respectivamente

ÍNDICE DE DESIGUALDAD DE GÉNERO (IDG)

El Índice de Desigualdad de Género (IDG) refleja la desventaja que pueden experimentar las mujeres respecto de los hombres en tres dimensiones: salud reproductiva, empoderamiento y mercado laboral. El indicador muestra la pérdida de desarrollo humano debido a la desigualdad entre logros de mujeres y hombres en dichas dimensiones (PNUD 2010).

Con el IDG puede determinarse en cuánto y en qué dimensiones las mujeres presentan desventajas respecto de los hombres en términos de desarrollo igualitario.

Lo anterior permite hacer sugerencias de política pública enfocada a cada uno de los tres aspectos que considera el IDG.

LAS ENTIDADES FEDERATIVAS EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
           
            La comparabilidad internacional es una de las herramientas analíticas que ofrece el IDG. Con ello, encontramos que la desigualdad de género en México con un valor estimado de 0.393 es menor que la experimentada en África Subsahariana (0.577) y América Latina y el Caribe (0.419).

En México, las mujeres presentan en promedio menores desventajas que el resto de las mujeres en América Latina, Caribe y África Subsahariana, pero mayores que las de Europa y Asia Central.

En México, ninguna entidad tiene mayor desigualdad de género que África Subsahariana; sólo ocho estados de la república poseen condiciones de desarrollo menos igualitarias que el resto de Latinoamérica y el Caribe, y 24 entidades tienen condiciones más igualitarias que aquellas en las que viven las mujeres de América Latina y el Caribe.

INDICADOR DE DESIGUALDAD DE GENERO

El IDG puede desagregarse en sus tres dimensiones para visualizar en qué aspecto las mujeres sufren la mayor desigualdad en desarrollo respecto de los hombres.
INDICADORES

SALUD REPRODUCTIVA
EMPODERAMIENTO
MERCADO LABORAL

El indicador de salud reproductiva se mide mediante la tasa de mortalidad materna y la tasa de fecundidad adolescente.



Al observar el indicador de salud reproductiva en su conjunto, se encuentra que Querétaro, Jalisco y Nuevo León tienen mejores condiciones para las mujeres en esta dimensión, con un valor de 0.547, 0.541 y 0.539.

Sin embargo, las entidades con mayores desventajas para las mujeres en este rubro son Guerrero, Tlaxcala y Durango, con valores de 0.522, 0.523 y 0.524, respectivamente


El componente de empoderamiento del IDG combina el porcentaje de escaños parlamentarios ocupados por mujeres y el nivel de educación alcanzado por las mujeres.

La medida de empoderamiento incluye a la población femenina que, al menos, concluye la educación secundaria.





En México, los resultados muestran que las mujeres aún enfrentan dificultades para acceder a escaños parlamentarios y a niveles secundarios y terciarios de educación.


En cuanto a la participación de la mujer en la fuerza de trabajo, en 2012 el promedio nacional del indicador fue de 0.605.




Los estados con mayor porcentaje de mujeres que participaron en el mercado laboral son Quintana Roo (0.678), Colima (0.671) y Yucatán (0.643).




Por el contrario, Chihuahua, Querétaro y Durango presentan los logros más bajos en este rubro, con valores de 0.554, 0.555 y 0.559, respectivamente

CONCLUSIONES

·         Por un lado, el análisis de desarrollo humano en el país muestra que en México existen diferencias en las condiciones de bienestar entre entidades, en el interior de ellas, y de manera notable, entre las mujeres y los hombres que las habitan. La mayor parte de la población femenina del país (53.7%) habita en entidades con un nivel de desarrollo alto o muy alto; no obstante, existen aún 27, 681,729 mujeres (46.3%) que viven en condiciones de desarrollo medio y bajo.

·         El análisis de las condiciones de bienestar de las mujeres en los municipios muestra que la mayor parte de las entidades con mayor nivel de desarrollo humano se encuentran en el centro y norte del país. Por el contrario, en el sur- sureste se observa la concentración de los municipios con los menores niveles: 74.1% de los municipios con desarrollo bajo se ubican en Oaxaca, Puebla y Chiapas.

·         El cómputo del Índice de Desigualdad de Género (IDG) revela las desventajas que experimentan las mujeres —respecto al logro de los hombres— en materia de salud reproductiva, empoderamiento y mercado laboral. Si bien el promedio nacional del IDG (0.393) es menor que los niveles de desigualdad experimentados en el resto de América Latina y el Caribe (0.419), aún existen ocho entidades del país con condiciones de desigualdad mayores.

Por último, en relación a los lineamientos de las políticas publicas

·         Una manera de comenzar a combatir las brechas de desigualdad en los estados del país es creando políticas públicas y acciones para el desarrollo, focalizadas en los municipios con menor IDH. En este sentido, también es pertinente encaminar esfuerzos a la disminución de los rezagos en materia educativa, la cual presenta las brechas más amplias a nivel municipal. De manera complementaria, resulta clave atender la dimensión de salud en el ámbito nacional, ya que presenta las menores tasas de crecimiento para las entidades entre 2008 y 2012.

·         Igualmente, a fin de mejorar el desarrollo e igualdad de oportunidades para las mujeres en México, es importante atender las dimensiones del IDG con los atrasos más considerables. La evidencia presentada en esta introducción indica que los estados necesitan prestar especial atención en la dimensión de empoderamiento.


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