lunes, 5 de octubre de 2020

Retos y Tendencias de la Educación en América Latina.

 




RETOS Y TENDENCIAS DE LA EDUCACIÓN

 UNIDAD II

Retos de la Educación en la América Latina

 

Por:

M.E. Carlos Alberto Chiñas Narváez

Estudiante de Doctorado en Educación

CEVIP. Centro Veracruzano de Investigación y Posgrado

Cd. De Xalapa, Enríquez, Veracruz. México.

 

ACTIVIDAD 1

 CUESTINARIO DEL TEXTO

 Igualdad y Equidad en Educación:

Retos Para Una América Latina En Transición

 

1.- ¿Cuáles son las tensiones y transiciones en torno a la equidad educativa en América Latina?

 

R: Las tenciones y transiciones en el contexto latinoamericano son:

           

1.    De la igualdad hacia la equidad, la cual hace referencia a que “la calidad de la educación no debe estar asociada al nivel socioeconómico de los estudiantes y todos tienen las mismas posibilidades de adquirir los conocimientos exigibles. Lo anterior exige condiciones de igualdad en las oportunidades de ingreso en los niveles inferiores del ciclo de estudios obligatorios y también igualdad en los resultados mínimos exigibles al egreso del sistema educativo”.

 

2.    De la equidad escolar hacia la equidad sistémica, de la cual entendemos que “la equidad educativa demanda de un enfoque sistémico que articule programas sociales con la escuela y el empleo, fortalezca culturalmente a los que lo requieren y ayude a los jóvenes a desarrollar una identidad que los impulse a trascender las limitaciones del entorno”.

             3.    De la equidad estática a la equidad dinámica, de la cual entendemos que “Las                 nuevas condiciones vuelven obsoletas a las formas de trabajo centralista                                 impulsadas desde arriba. Al margen de los actores, dichas condiciones se tornan                    ineficientes, por lo que es imprescindible crear sistemas de doble vía, en los cuales                 los docentes tomen decisiones, asuman responsabilidades y desarrollen iniciativas,                 por lo que debe desterrarse la idea del profesor como simple ejecutor de programas                 estandarizados.

4.    De la equidad centrada en la educación primaria, a la equidad en la educación secundaria alta, la cual entendemos que “las capacidades formadas al concluir la educación secundaria alta deben ser consideradas como las capacidades ciudadanas y los estándares de desempeño establecidos en este nivel deben normar el desempeño de los niveles precedentes. En la medida en que estamos transitando de una sociedad basada en el uso intensivo de la mano de obra, hacia el uso intensivo de los conocimientos, la educación debe cambiar y adecuarse a las nuevas exigencias.

 

5.    De la equidad en la cobertura hacia la equidad en la calidad, de la cual entendemos que “Resulta imprescindible que la equidad se fundamente en una calidad de tipo II (Según Knight y Trowler 2000) e incluya la participación de los actores, la construcción social de metas y procesos, que apoye el desarrollo profesional continuado de los docentes e incluya la investigación educativa como elemento central para la mejora.

 

 2.- ¿Cuál es la relación entre igualdad y equidad?

             R: Para responder a este planteamiento, considero necesaria la definición de cada una de ellas y con ello poder determinar su relación.

 Según el Portal https://www.significados.com/equidad/ (Recuperado el día 10 de junio de 2019 03:04 pm) nos dice que “Como tal, la equidad se caracteriza por el uso de la imparcialidad para reconocer el derecho de cada uno, utilizando la equivalencia para ser iguales.

 Ahora bien, la igualdad según el portal https://definicion.de/igualdad/ (Recuperado el día 10 de junio de 2019 03:10), nos dice que “se conoce como igualdad social al contexto o situación donde las personas tienen los mismos derechos y las mismas oportunidades en un determinado aspecto o a nivel general”.

 Definido lo anterior, podemos considerar que la relación entre la igualdad y la equidad es precisamente ese equilibrio entre los sujetos y las condiciones sociales, políticas, económicas y culturales que les rodean. Podemos pensar que la relación entre igualdad y equidad sería sinónima, pero a la luz del análisis podríamos considerar que esta relación se convierte precisamente en desigual a tal punto que aunque tienen su relación al final marca su diferencia.

 En suma y en palabras de Gabriela De la Cruz Flores (Pág. 166), “tratar igual a los desiguales promueve la desigualdad, por ello surge la necesidad de instrumentar acciones compensatorias que rebasen la simple igualdad, para dar más a quienes menos tienen”. Resultando entonces que la equidad es más justa que la igualdad pues ejerce una acción compensadora.

 Permítanme ilustrarlo con el siguiente ejemplo: Dos hijos atendidos por su propia madre brinda una protección de igualdad cuando les sirve de comer, ya que está atendiendo su necesidad alimentaria en igualdad de circunstancias. El hijo más grande puede comer con autonomía e independencia pero el hijo más chico necesita otros elementos para poder comer, elementos que le brinda la propia madre. Esto no quiere decir que la madre quiere más al pequeño, sino que en igualdad de circunstancia hay una desigualdad entre los hermanos, por lo que la equidad ofrece precisamente esas condiciones para compensar lo requerido, por lo tanto, “la equidad es conceptualmente superior a la igualdad, pues compensa la desigualdad” (pág. 166).

 3.- ¿Cómo se da la complementariedad entre equidad escolar y equidad sistémica?

             R: De entrada, comparto la idea de Harvey y Klein (1985) cuando afirman que los marcos básicos para la equidad educativa se relacionaban básicamente con la escuela, destacándose las condiciones de ingreso, el proceso educativo, los resultados de la educación, la organización y las metas del proceso educativo, incluso, antes de tomar algunos cursos en la Plataforma COSDAC consideraba que estos elementos eran suficientes para cumplir con el derecho básico de la educación, pero después, comprendí lo necesario que es conocer el contexto externo e interno de mi colegio y de mis alumnos, ya que resulta que muchos de ellos no están en igualdad de circunstancias para cursar su bachillerato y yo, al no valorar esas condiciones no era equitativo en mi ejercicio docente.

 Ahora me queda muy claro que “abordar la equidad educativa demanda un enfoque sistémico que articule programas sociales con la escuela y el empleo, fortalezca culturalmente a los que lo requieran y ayude a los jóvenes a desarrollar una identidad que los impulse a trascender las limitaciones del entorno” (De la Cruz Flores Gabriela Pág. 167).

 La complementariedad entre equidad escolar y equidad sistémica, debe entenderse como una necesidad imprescindible de analizar los problemas culturales que se generan entre la cultura de los alumnos y la cultura escolar, apuntando la necesidad de una atención personal y colectiva para desarrollar una identidad de los jóvenes con la escuela mediante un proceso de constructivismo social.

 No basta con mejorar el sistema escolar como si fuese una institución aislada de su entorno escolar, es necesario crecer con nuestra institución y con nuestros alumnos, conociendo sus contextos internos y externos para conocer y garantizar sus condiciones básicas y extendidas que le permitan alcanzar al menos su educación obligatoria.

 4.- ¿Por qué el concepto de equidad se muestra como dinámico y cambiante en concordancia con los contextos sociales y educativos?

             R: Porque a nivel global las exigencias educativas se incrementan continuamente, así, es probable que toda equidad educativa basada en estándares nacionales fijos devendrán obsoletas con el tiempo. Por ello, es indispensable que los estándares y los procesos educativos se muevan de conformidad con el movimiento de la frontera de la educación mundial.

 El hecho de que nos hayamos decidido a estudiar un doctorado en Educación, es una señal muy clara de que queremos cambiar nuestro estatus tanto económico como social. Todos en el grupos tenemos la posibilidad y la igualdad para estudiarlo sin embargo, nuestras circunstancias son totalmente diferentes y nuestras posibilidades también.

 No podemos quedarnos estáticos. Si queremos cambiar las circunstancias que nos rodean debemos estar conscientes de que requeriremos de mucho esfuerzo para lograrlo. El constante cambio de políticas educativas, los ajustes a los programas de estudios e incluso los paradigmas educativos van regulando nuestra dinámica y nuestra pertenencia. No podemos ser solamente docentes transmisores de programas educativos, debemos de estar a la vanguardia y acorde a las nuevas demandas que en materia educativa nos reclama la globalización, el neoliberalismo y la polarización política y social.

 En palabras de la autora Gabriela De la Cruz Flores “el desarrollo de algunas regiones coloca en desventaja a otras y las diferencias se transforman en desigualdad. En el concierto global la denominada sociedad del conocimiento cada vez demanda mayores niveles de calificación y existe una competencia internacional por poseer mejores niveles educativos que buscan atraer las inversiones de diferentes empresas, pero en el caso de empresas de punta, que ofrecen mejores condiciones de trabajo, se busca la buena formación y el talento. En cambio los menos preparados tienden a ubicarse en la economía informal realizando tareas de baja calificación”.

 La equidad debe ser dinámica y cambiante en concordancia con los contextos sociales y educativos que están a nuestro alrededor. Simplemente no podemos detenernos ni abatirnos.

1 comentario:

  1. Muchas felicidades, el proceso educativo de cambio, adaptación y transformación no sólo debe ser para los profesores, más bien debe de inculcar en los alumnos que México necesita de más ciudadanos con Maestrías y Doctorados.

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