jueves, 27 de septiembre de 2018

Los 7 saberes para la Educación del Futuro


EJERCICIO REFLEXIVO AL TEXTO
“LOS SIETE SABERES PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO”
DE EDGAR MORIN

Por: M.E. Carlos Alberto Chiñas Narváez
Estudiante de Doctorado en Educación
CEVIP (Centro Veracruzano de Investigación y Postgrado)
Cd. Xalapa, Veracruz.


          Es sorprendente ver como los verdaderos actores del ejercicio educativo no volteen a ver las corrientes pedagógicas que día tras día se van desarrollando en nuestro mundo de habla-hispana y mucho menos se preocupen de indagar sobre las nuevas perspectivas pedagógicas que nos depara el futuro.

Leer a Edgar Morín es una experiencia difícil en virtud de que su nivel filosófico, cultural y religioso es muy severo y hace muy complicado desenredar la madeja histórica cultural que nos plantea en la profundidad de su texto.

Sin embargo, desde la perspectiva personal y en pleno ejercicio docente, hay muchos aspectos que puedo retomar por lo pertinente que se vuelven durante la lectura y que amplia mi visión del tipo de enseñanza-aprendizaje que aplico y que necesito.

Llama mucho mi atención lo que se maneja en el prólogo del texto cuando advierte que…“este Texto pretende única y esencialmente exponer problemas centrales o fundamentales que permanecen por completo ignorados u olvidados y que son necesarios para enseñar en el próximo siglo”, lo cual se me hace aparte de pertinente, muy necesario para discutirse el día de hoy.

Pero, ¿Cómo entender a Edgar Morín en el planteamiento ético filosófico que nos plantea en su texto? Creo para iniciar habría que entender quién es y como observó el mundo en su momento cuando le fue requerida esta reflexión académica.

Consultando una fuente en internet (1) nos dice que…“Edgar Morín (1921) es un pensador y escritor francés de destacada labor intelectual con una singular reflexión y un comprometido protagonismo en los debates sobre los acontecimientos más destacados del siglo XX. Miembro de la resistencia francesa  enfrentó al nazismo en su juventud, luego acompañó al ejército francés en la ocupación de Alemania para colaborar en la comunicación de posguerra. Se incorpora al partido comunista y permanece hasta fines de los ´60 cuando rompe con el mismo, para iniciar una crítica al marxismo y profundizar en los estudios sobre las causas del totalitarismo de estado.” Con este dato biográfico, podemos vislumbrar la necesidad de su pensamiento liberador, de la necesidad de su juicio crítico y sobre todo de su búsqueda por el (re) descubrimiento del hombre como ser pensante, capaz de entender su origen, su evolución y su destino. No podemos creernos la triste historia de nuestro destino fatal por la sencilla razón de que la creación humana tiende a ser arrolladora, creativa y manipuladora de un escenario creado exprofeso para el control y el dominio de sí mismo.

Lo anterior lo refleja muy ampliamente en sus 7 saberes para la educación del futuro, donde a través de un proceso paulatino de des-aprendizaje logra conmovernos y sacudirnos para re estructurar la necesidad de un nuevo aprendizaje, propicio para el siglo que concurrimos.

Sus siete saberes son:
1. Enfrentar las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión
2. Alimentar los principios de un conocimiento pertinente
3. Enseñar la condición humana
4. Enseñar la identidad terrenal
5. Enfrentar las incertidumbres
6. Enseñar la comprensión
7. Cultivar la ética del género humano

Consultado el día 27 de septiembre de 2018. 9:31 p.m.

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