RETOS
Y TENDENCIAS DE LA EDUCACIÓN
UNIDAD IV
Política e instrumento para el desarrollo De la educación
en México
Por:
M.E.
Carlos Alberto Chiñas Narváez
Estudiante
de Doctorado en Educación
CEVIP.
Centro Veracruzano de Investigación y Posgrado
Cd.
De Xalapa, Enríquez, Veracruz. México.
ACTIVIDAD 4
REPORTES DE ANÁLISIS
DE VIDEO CONFERENCIA Y DE LECTURA.
Para hablar sobre las Políticas Educativas en
México es necesario “escarbar” en el pasado reciente del México moderno, ya que
desafortunadamente, el Sistema Educativo Nacional siempre ha estado sujeto a
los Planes Sexenales de quienes han ostentado el poder y han sido ellos
precisamente quienes atendiendo lineamientos muchas veces de carácter económico
han realizado planteamientos, ajustes, cambios e incluso reformas que han
definido la situación actual de la educación en nuestro país.
El
presente trabajo pretender brindar un acercamiento sobre dos de las conferencias
dictadas en septiembre de 2013, en el Seminario Internacional debate informado
sobre “Reforma Educativa: ¿Qué estamos transformando?” dentro del eje temático
“Evaluación y Políticas Educativa” que corresponden a la mesa 4 de discusiones.
Los conferencistas son Dra. Teresa Bracho Gonzales del INEE México y Margarita
Poggi del IIEP-UNESCO Argentina.
Para
contextualizar un poco este reporte de video conferencia, considero necesario
determinar ¿Qué es la FLACSO? E indagando en el internet libre encontramos que
“La Flacso México se establece en 1975 mediante un acuerdo entre el Gobierno
Mexicano y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), e inicia
sus actividades académicas en 1976.
A
lo largo de cuarenta y tres años, la Flacso México ha participado en la
formación de profesionales y académicos, ha realizado aportaciones destacadas
al análisis de problemas relevantes de la región y se ha consolidado como
institución de excelencia académica en la que convergen estudiantes de diversos
países y colaboran destacados especialistas de instituciones afines de México y
de otros países del mundo.
Con
el compromiso de ser una institución líder en la generación, enseñanza y
difusión del conocimiento de las ciencias sociales con una dimensión latinoamericana,
la Flacso México se propuso participar en la definición de las agendas
académica y pública, a partir del análisis de los principales dilemas, retos y
oportunidades que enfrentan las sociedades contemporáneas” (Recuperado el 11 de
julio de 2019 11:55 pm https://www.flacso.edu.mx/acerca_de).
Por
lo anterior, se entiende el interés profundo de esta institución por generar
información pertinente que permita a nuestras autoridades federales el diseño,
planeación, ejecución y evaluación de las políticas públicas en materia
educativa para nuestro país.
Ahora
bien, para atender el fin primordial de este ejercicio, es necesario responder
al planteamiento ¿Cuál es la relación entre evaluación y política educativa?
Por
una parte, entendemos por evaluación (según el portal Chasquet.net), que “Evaluación
puede conceptualizarse como un proceso dinámico, continuo y sistemático,
enfocado hacia los cambios de las conductas y rendimientos, mediante el cual verificamos
los logros adquiridos en función de los objetivos propuestos.
La
Evaluación adquiere sentido en la medida que comprueba la eficacia y posibilita
el perfeccionamiento de la acción docente.
Lo
que destaca un elemento clave de la concepción actual de la evaluación: no es solo
evaluar por evaluar, sino que es para mejorar los programas, la organización de
las tareas y la transferencia a una más eficiente selección metodológica”.
(Recuperado el 12 de julio de 2019. 12:16 am http://www.chasque.net/gamolnar/evaluacion%20educativa/evaluacion.01.html).
Por otra parte, la política educativa
hace referencia a “todas aquellas leyes impuestas por el estado para garantizar
que la educación se aplique de manera óptima a la sociedad. Estas leyes se
forjan de acuerdo a las necesidades históricas del país en el que se promueven,
es decir, según sus ideales y principios. Las políticas educativas son creadas
con el fin de administrar y aplicar con beneficio para la sociedad, todos los
recursos que el estado destine para este fin. Las políticas educativas tienen
el objetivo de tratar y resolver todos los problemas a los que la educación se
enfrenta, por ejemplo, la economía, la cultura o la burocracia y transformarlos
en la maximización de los logros de los objetivos como la calidad, la eficacia
y la eficiencia. (Recuperado el 12 de julio de 2019. 12:56 am. https://es.slideshare.net/AnaMuza/politicas-educativas-en-mexico-15212154)
Referenciado lo anterior, son
sumamente enriquecedoras las aportaciones que en materia educativa nos brinda la
Dra. Teresa Bracho González, de la cual, podemos destacar, de acuerdo con
portal FLACSO en su sección de Planta Académica - Investigadores, que “desde
hace tres décadas ha dedicado su trabajo profesional a la investigación y la
docencia de posgrado en las áreas de la sociología, economía de la educación y
al estudio del sistema educativo y sus políticas.
Como investigadora ha destacado la
integralidad analítica que demanda el estudio de los sistemas educativos. En
particular, su atención primordial ha estado en los temas de desigualdad
educativa.
Sus trabajos en educación condujeron a
la discusión de las teorías y métodos de la evaluación educativa, y de
políticas públicas (en un marco analítico sobre métodos de investigación
aplicados a las ciencias sociales); en los últimos años ha realizado trabajo
teórico y metodológico sobre los modelos de evaluación de las políticas
sociales, en particular, aplicado al caso mexicano”, y es por ello que se
manifiesta una tendencia muy marcada al valor que le asigna a la importancia de
la evaluación como proceso y no como meta. (Recuperado el 13 de julio de 2019. 15:35 pm)
https://www.flacso.edu.mx/investigacion/planta_academica/Bracho-Gonzalez-Teresa
De su conferencia, me permito descarta
los siguientes puntos:
Partiendo de sus propias preguntas
detonadoras, tales como ¿Que estamos transformando? O ¿Era necesaria una
reforma? Podemos destacar puntos muy específicos sobre la relación entre
EVALUACIÓN Y POLÍTICA EDUCATIVA.
La base de su aportación radica en
preguntarse: ¿Por qué y para que una reforma? ¿Era necesaria? ¿En dónde
estamos? ¿Por qué la Evaluación? ¿Por qué un INEE autónomo? ¿Qué es la
evaluación, de qué, para qué, para quién? Y por último el INEE frente a la
evaluación ¿Cuáles son sus principios básicos?
Considero muy importante destacar la
recomendación que nos hace para entender la nueva visión sobre la evaluación y
su relación con las Políticas Públicas, ya que para entenderlas (dice la doctora)
que debemos de leer en conjunto la Ley del Servicio Profesional Docente (ya
derogada) y la Ley General de la Educación y las líneas de acción del INEE (Ya
desaparecido por la Contra reforma del Presidente López). Que no las podemos
leer por separado pues correríamos el riesgo de realizar una interpretación
incompleta.
Para darle un peso al valor de la
Evaluación como una herramienta de mejora continua es necesario saber ¿En dónde
estamos? Y aquí, la Dra. Bracho, nos acompaña con datos duros tales como: Que
aún no hemos logrado una cobertura completa en materia de educación a nivel
nacional, que aún tenemos un alto índice de deserción, que nuestro sistema
educativo aun presenta ineficiencia, que según datos de PISA seguimos estando
debajo de la media y que como resultado de las evaluaciones podemos encontrar
muchas de las causas que nos impiden lograr los objetivos necesarios para una
mejor educación.
Las causas las podemos enumerar en la
siguiente lista:
1.-
Desigualdad de recursos.
2.-
Débil liderazgo escolar.
3.-
Climas escolares muy pobres (Contextos)
4.-
Ambiente homogéneo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
5.-
La supervisión escolar y dirección atienden más los aspectos administrativos
que didácticos.
6.-
Aún persisten los métodos educativos tradicionales.
7.-
Deficiente formación y actualización docente.
8.-
Complejidad en los tramos administrativos.
9.-
Deficiente control sobre los agentes escolares.
Con lo anterior, se pretendía lograr
con la Reforma, modificar el artículo 3ero., introducir como acotación que la
educación debe ser de calidad, pues resulta como derecho universal el recibir
una Educación de Calidad, por eso se crea el Servicio Profesional Docente, se
le da autonomía al INEE y se crea un sistema de información y gestión para el logro
de recursos.
Me resulta sumamente importante
destacar el hecho de que en esta Reforma se optó por colocar la evaluación al
centro, surgiendo la pregunta inevitable: ¿Por qué?
Y, sin duda, porque hay que
identificar el tamaño de los problemas, el alcance de las reformas, el alcance
de las políticas, para ordenar y proceder a la mejora.
Al darle un peso específico a las
evaluaciones se logran políticas educativas con base en evidencias, ya que el
INEE como órgano autónomo emitía directrices que eran acatadas por las
autorices federales y estatales.
El resultado de la evaluación supone
bastante claridad a los fines, a la planeación clara y a las rutas de acción de
las políticas educativas. La evaluación nos arroja datos que nos permiten darle
claridad a los fines, rutas y planes de las políticas educativas, permitiendo
formular visiones a mediano y largo plazo.
Ahora bien, ¿Por qué evaluar? Sin duda
para mejorar. La evaluación como instrumento de medición nos permite mejorar en
la distribución que garantice la educación con calidad, ya que el proceso
evaluativo es formativo, tanto para el agente educativo como para los propios
políticos que legislan en esta materia. La evaluación no mejora sino se
arreglan o atacan las deficiencias. La evaluación es solo un elemento de la
cadena de mando para lograr alcanzar las mejoras en la calidad educativa.
Con lo anterior, nos es posible saber
¿Qué se evalúa? Resultando importante destacar que se evalúa al Sistema
Educativo Nacional, el aprendizaje de los alumnos, el desempeño de los
docentes, directivos escolares y el de todos los funcionarios escolares, el
funcionamiento de las instituciones educativas y sobre todo las escuelas con
mayor autonomía, los programas educativos, los currículum, los materiales y los
programas especiales tales como los compensatorios, las políticas educativas,
las políticas de financiamiento, de actualización educativa. La evaluación debe
ser sistemática, rigurosa e integral de las políticas educativas.
Por último, es importante destacar los
principios básicos de la evaluación: debe ser formativa, contribuir en la
mejora de la distribución de la educación de calidad (equidad), diversidad y
contar con la participación de la sociedad y el magisterio.
Concluida la
participación de la Doctora Teresa Bracho González, quiero aprovechar la oportunidad
para realizar apuntes a la participación de la maestra Margarita Poggi, quien
también hace aportes interesantes a la discusión sobre la evaluación y las
políticas educativas. Según el portal de la FLACSO, Margarita Poggi, es licenciada
en Ciencias de la Educación por la Universidad de Buenos Aires (Argentina) y
Doctoranda en Educación por FLACSO Argentina. Se desempeña como Directora de la
Sede Regional Buenos Aires del Instituto Internacional de Planeamiento de la
Educación de la UNESCO (IIPE – UNESCO) desde enero de 2006. Ha sido profesora
en diversos seminarios de grado y posgrados en distintas Universidades y
centros académicos de América Latina. Ha coordinado equipos de investigación,
especialmente en el área de evaluación educativa, y ha sido responsable de
proyectos de formación orientados a supervisores y directivos escolares. Se ha
desempeñado como Directora Nacional de Información y Evaluación de la Calidad
Educativa en el Ministerio de Educación de Argentina, como Directora General de
Planeamiento del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, y como consultora de diversos organismos internacionales y
nacionales.
La maestra Poggi, en la participación
de su debate informado: Reforma Educativa ¿Qué estamos transformando?
Desarrolla los temas “uso de la información de las Políticas producto de las
evaluaciones Y ¿Cuáles son los desafíos que se deben atender en América Latina?
De acuerdo a la autora, considera que
debemos de reposicionar a la evaluación para conocer los Modelos Educativos y
proponer políticas educativas ya que la evaluación contribuye a producir
conocimientos sobre el núcleo de acción, implica emitir juicios de valores
fundamentados y comunicables para articularla con la toma de decisiones.
Dice que la evaluación no es un
proceso inicial ni final de un sistema educativo, más sin embargo si constituye
una base fundamental para la elaboración, ejecución y control de una política
educativa, que debe producir información a lo largo de todo el proceso de la
aplicación de las políticas educativas. Que debe estar constituidos por fases,
ya que la evaluación no debe ser cronológicamente establecida, sino que debe de
atender a la demanda que reclama la aplicación de la política pública.
De acuerdo a la autora, en América
Latina han existido dos momentos específicos donde se ha valorizado el proceso
de la evaluación y que han permitido diseñar políticas educativas de gran
trascendencia. A principios de los 90´s surgieron una serie de indicadores que
permitían conocer la situación y el desarrollo de los logros educativos. 25
años antes, se generaron información de indicadores educativos que han
contribuido a la evaluación de los sistemas educativos.
Hubo una segunda generación de
sistemas de indicadores para el diseño de las políticas públicas y aquí la
evaluación viene a contribuir al conocimiento de los diferentes estadios de los
sistemas educativos y con ello definir, mejorar y perfeccionar las políticas
públicas educativas.
Existe también una relación entre
evaluación y mejora, ya que hay mucho por contribuir en la relación de la
mejora educativa y las políticas educativas. Pasamos de las evaluaciones
estandarizadas de logros a las políticas de mejora continua.
En los 90´s se dieron las evaluaciones
estandarizadas que buscaban los cambios en los diseños curriculares, en la
educación obligatoria a 12 años, al desarrollo de políticas curriculares, ya
que en América Latina los modelos educativos estaban basados en las dictaduras
de sus gobiernos por lo que los cambios buscaban la masificación docente, las tendencias
libertarias y la producción de textos y materias para el proceso educativo
homogéneo de la toda la población.
La evaluación para la mejora buscaba
estrategias políticas que atendían la reforma curricular. Los sistemas de
evaluación de los 90´s manejaba los siguientes supuestos: relación entre
resultados y mejoras, la rendición de cuentas, la responsabilidad de los
resultados por cada escuela y la relación de rendimiento escolar.
Por otra parte, en el año 2000 se
vislumbra un giro importante en la relación de la evaluación y las políticas
educativas, de lo cual se destacan los siguientes puntos:
Políticas de mejora, evaluaciones
estandarizadas mejoradas, apoyos institucionales de mejora y escuelas de
calidad, propuestas pedagógicas situadas en contextos concretos, capacitaciones
masivas y pistas de cómo trabajar en el aula, seguimiento y evaluación del
programa para la mejora, capacidades internas de las escuelas, estrategias
homogéneas (educación igualitaria) planes de mejora institucional (riesgo
burocrático), planes de mejora más integrales y producir más información para
atender las políticas educativas.
Por ello, también surge la pregunta
¿para qué evaluar? Pues para producir más información y utilizarla para la
producción de sistemas acorde a las evaluaciones de sistemas y programas y para
seguir avanzando en la evaluación de logros sobre la evaluación de política
educativa.
Al término de estas dos conferencias,
me ha quedado muy claro el peso del ejercicio de la evaluación como herramienta
para la elaboración de las políticas públicas en cualquier país de América
Latina y el mundo. No podemos sujetar nuestras decisiones al libre albedrío,
necesitamos evidencias claras para saber en dónde estamos y hacia donde
necesitamos ir. Necesitamos saber que la evolución constante de las diferentes
sociedades del conocimiento nos arrastran a generar cambios prácticos que nos
permitan estar a la altura de las circunstancias mundiales.
No hay política pública educativa
funcional y de éxito, que no se base en la evaluación.
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