SEMINARIO
DE TESIS DOCTORAL I
UNIDAD I
EL DOCTORADO Y LA TESIS DOCTORAL
Por:
M.E.
Carlos Alberto Chiñas Narváez
Estudiante
de Doctorado en Educación
CEVIP.
Centro Veracruzano de Investigación y Posgrado
Cd.
De Xalapa, Enríquez, Veracruz. México.
28/07/2019
ACTIVIDAD 1 Reporte de lectura
“¿Cómo se hace una
tesis?
Umberto Eco
Aunque muchas veces me ha resultado
interesante conocer sobre los procesos de investigación no niego que siempre termino
con un dolor de cabeza cuando me enfrento a este tipo de retos, tal vez porque
no he sabido enfrentarlos o porque me he perdido en el camino.
En
esta ocasión y revisando la obra de Umberto Eco “¿Cómo se hace una tesis?” he
descubierto algunos elementos que en ocasiones anteriores no había tomado en
cuenta.
Pero,
¿quién es Umberto Eco?, según el portal Alohacriticón (Recuperado de
https://www.alohacriticon.com/literatura/escritores/umberto-eco/ el 15 de
julio de 2019 12:30 pm) nos dice que el escritor, crítico literario y
profesor de semiótica Umberto Eco nació el 5 de enero de 1932 en Alessandria,
una localidad cercana a Turín (Italia). Era hijo de Giovanna Bisio y del
contable Giulio Eco.
Tras
terminar sus estudios secundarios, Eco se trasladó a la Universidad de Turín
para estudiar Derecho, carrera que abandonó por la de Literatura y Filosofía
Medieval, época histórica de la que se convirtió en un experto y que sirvió de
base temporal para varias de sus futuras novelas.
En
el año 1954 se doctoró con una tesis sobre el filósofo Tomás de Aquino, sobre
el que dos años después escribió “El Problema Estético En Santo Tomás” (1956),
su primer libro publicado.
A
partir de mediados de la década de los 50, Umberto Eco trabajó como editor
cultural para la RAI, dejando su puesto en 1959.
En
1962 contrajo matrimonio con la especialista en arte y artista alemana Renate
Ramge, con quien tuvo dos hijos.
Una
de las principales facetas como divulgador de Eco fue su erudición en
semiótica, impartiendo clases en Florencia y Milán, y desde 1971 en la
Universidad de Bolonia, y publicando diversos ensayos a lo largo de su
trayectoria profesional, como “Obra Abierta” (1962), “La Estructura Ausente”
(1968), “Una Teoría De Semióticas” (1976), “Un Panorama Semiótico” (1979) o “En
Busca Del Lenguaje Perfecto” (1995).
Al
margen de sus libros, Umberto Eco ha colaborado como columnista en múltiples
periódicos y revistas, entre ellos el “Corriere Della Sera”, “L’Espresso” o “La
Repubblica”.
De
tan excelsa productividad nos encontramos con su libro ¿Cómo se hace una tesis?
Y de la cual realizaremos un reporte de lectura que abarca solo una parte de
tan enriquecedora obra, tratando de resaltar los puntos más concretos y
adecuados para su comprensión y asimilación.
Este
libro se compone de 8 capítulos que nos va llevando de la mano para lograr la
metodología necesaria que nos permita alcanzar el mayor aprovechamiento de la
investigación en cuestión.
De
acuerdo a una pequeña referencia, podemos decir que “los consejos de este libro
se dirigen en primer lugar a los estudiantes de disciplinas humanísticas;
incluyendo ciencias políticas y derecho. El propósito es enseñar cómo escoger
un tema; organizar el tiempo; llevar a cabo una búsqueda bibliográfica y estructurar
el trabajo elaborado”.
Para
efectos de este reporte, trabajaremos los capítulos I y II.
En
el capítulo I y como título nos encontramos con una pregunta inicial que nos
permite establecer el principio de este arduo trabajo, la cual es ¿Qué es una
tesis doctoral y para qué sirve? Misma que es desarrollada a través de 4 puntos
básicos para entender la obra y ubicarnos en su importancia. Puntos como ¿para
qué hacer una tesis y en qué consiste?, ¿a quien le interesa este libro?, ¿cómo
una tesis sirve también después del doctorado? Y cuatro reglas obvias en la
elaboración de una tesis.
De
una manera sencilla, el autor nos explica que una tesis de doctorado es un
trabajo “mecanografiado” de una extensión media que varía entre las cien y las
cuatrocientas páginas, en el cual el estudiante trata un problema referente a
los estudios en que quiere doctorarse.
Las
tesis de doctorado constituyen un trabajo original de investigación con el cual
el aspirante ha de demostrar que es un estudioso capaz de hacer avanzar la
disciplina a que se dedica.
Sugiere
el autor que dicho documento debería elaborarse a la edad de 40 o 45 años,
porque se trata precisamente de investigación original, que hay que conocer lo
que han dicho sobre el tema los demás estudiosos y, sobre todo, es preciso
“descubrir” algo que los demás no hayan dicho jamás.
Según
el autor, podemos encontrar dos tipos de tesis en cuanto a su importancia:
Tesis de Investigación y Tesis de compilación.
En
una tesis de compilación el estudiante se limita a demostrar que ha revisado
críticamente la mayor parte de la literatura existente, que ha sido capaz de
exponerla con claridad y ha intentado interrelacionar los diversos puntos de
vista, ofreciendo así una panorámica inteligente, quizá útil desde el punto de
vista informativo para un especialista del ramos que no haya estudiado en
profundidad tal problema particular.
Ahora
bien, en cuanto a la efectividad de su obra el autor nos hace la siguiente aclaración:
“Estando así las cosas, cabe pensar que hay muchos estudiantes que se ven
obligados a hacer una tesis para poder sacar el título a toda prisa y lograr el
ascenso de categoría, para cuya obtención se han matriculado en la universidad.
Son estos los que pedirían instrucciones sobre cómo hacer una tesis en un mes
con vista a obtener una nota cualquiera y salir de la universidad. Ya desde
ahora hemos de decir que este libro no es para ellos.
Brincado
lo anterior, podemos entender que hay dos modos de hacer una tesis para que
sirva también después del doctorado. El primero consiste en hacer de la tesis el
principio de una investigación más amplia que se seguirá en los años siguientes
si, naturalmente, se tienen ganas y posibilidades.
Uno
de los aspectos que más llama la intención en cuanto al posicionamiento del
autor es cuando afirma que “hacer una tesis significa: localizar un tema
concreto, recopilar documentos sobre dicho tema, poner en orden dichos
documentos, volver a examinar el tema partiendo de cero a la luz de los
documentos recogidos, dar una forma orgánica a todas las reflexiones
precedentes, hacerlo de modo que quien la lea comprenda lo que se quería decir
y pueda, si así lo desea, acudir a los mismos documentos para reconsiderar el
tema por su cuenta”.
Hacer
una tesis significa aprender a poner orden en las propias ideas y a ordenar los
datos, es una especie de trabajo metódico, supone construir un “objeto” que, en
principio, sirva también a los demás. Y para ello no es tan importante el tema
de la tesis como la experiencia de trabajo que comporta. En definitiva, hacer
una tesis es como adiestrar la memoria y por ello surgen las cuatro reglas
obvias para trabajar una tesis las cuales son:
1.-
Que el tema corresponda a los intereses del doctorando.
2.-
Que las fuentes a que se recurra sean asequibles.
3.-
Que las fuentes a que se recurra sean manejables.
4.-
Que el cuadro metodológico de la investigación esté al alcance de la
experiencia del doctorando.
En el Capítulo II, encontramos como
tema central “La Elección del Tema”, mismo que se va desglosado con base a 9
preguntas detonadoras que nos aclaran diversos aspectos sobre la posibilidad de
realizar una buena elección del tema a investigar.
Las
preguntas son: ¿Tesis monográfica o tesis panorámica? ¿Tesis histórica o tesis
teórica? ¿Temas clásicos o temas contemporáneos? ¿Cuánto tiempo se requiere
para hacer una tesis? ¿Es necesario conocer idiomas extranjeros? ¿Tesis
científica o tesis política? ¿Qué es la cientificidad? ¿Temas histórico-teóricos
o experiencias «en caliente»? ¿Cómo transformar un tema de actualidad en tema
científico?
Para
empezar, el autor nos explica los riesgos de intentar realizar una tesis
panorámica, ya que con el afán de querer impresionar o por no poder controlar
el impulso, se puede caer en el error de realizar un trabajo inacabable.
La
primera tentación del estudiante es hacer una tesis que hable de muchas cosas,
por eso considera importante dejar en claro que el término monográfico puede
tener una acepción más amplia. Una monografía es el tratamiento de un solo tema
y como tal se opone a “una historia de”, a un manual, a una enciclopedia.
Según
el autor, es mucho más excitante hacer la tesis panorámica, pues entre otras
cosas parece aburrido tener que ocuparse durante uno o más años del mismo autor,
pero se comprende que hacer una tesis rigurosamente monográfica no significa en
modo algún perder de vista el panorama.
Y
a manera de conclusión, nos recuerda este principio fundamental: cuanto más se
restringe el campo mejor se trabaja y se va más seguro. Una tesis monográfica
es preferible a una tesis panorámica. Es mejor que la tesis se asemeje más a un
ensayo que a una historia o a una enciclopedia.
Con
lo anterior, podemos decir en palabras coloquiales que “el que mucho abarca
poco aprieta”.
Por
otra parte brincando a la segunda pregunta, el autor trata de diferenciar la
necesidad de una tesis histórica y una tesis teórica y a mi parecer, la tesis
se define de acuerdo a la materia que se trabaje, ya que muchas de ellas podría
basarse en los datos históricos que las acuerpan, en cambio, las materias
experimentales podrían resultar también más teóricas.
Según
el autor, una tesis teórica, es una tesis que se propone afrontar un problema
abstracto que ha podido ser, o no ser, objeto de otras reflexiones. No podemos
quedarnos atrapados en el aspecto banal de la individualidad de las
conclusiones, al final siempre es recomendable “subirse” a los hombros de otros
investigadores que nos permitan comparar, discernir y determinar la base de
nuestros resultados. Considero que la determinación del investigador es
fundamental para determinar si se realiza una tesis histórica o una tesis
teórica.
La
pregunta tres, nos lleva por los senderos de la temporalidad. ¿Son mejores los
temas clásicos o los temas contemporáneos?
Hay
que decir cuanto antes que el autor contemporáneo es siempre más difícil.
Es
indudable que el autor clásico impone una lectura más fatigosa, una investigación
bibliográfica más atenta, pero si se entiende la tesis como la ocasión de
aprender a construir una investigación, el autor clásico plantea más problemas
que destreza.
En
realidad no existen reglas precisas y un buen investigador puede llevar a cabo
un análisis histórico o estilístico sobre un autor contemporáneo con la misma
penetración y precisión filológica con que se trabaja un clásico.
La
siguiente pregunta, me resulta por demás interesante, sobre todo porque choca
con el planteamiento del autor sobre la necesidad de discurrir en el tiempo
para lograr una buena investigación, o al menos la intención.
El
autor se pregunta ¿Cuánto tiempo se requiere para hacer una tesis? Y el mismo
se responde, “digamos de entrada: no más de tres años y no menos de seis
meses”.
Cuando
se habla de seis meses o tres años se piensa naturalmente no en el tiempo de la
redacción definitiva, que puede ser de un mes o de quince días según el método
con que se ha trabajado, sino más bien en el lapso de tiempo transcurrido desde
que surge la primera idea de la tesis hasta la entrega del trabajo final.
Considero
que no es necesaria la estreches del tiempo, sino la responsabilidad del
investigador, porque si se escoge un tema con bastante información, por más que
se quiera avanzar rápido, no se debe de sacrificar la calidad de la
investigación por la premura del tiempo.
En
otro planteamiento el autor se pregunta si ¿es necesario conocer idiomas
extranjeros para escribir una tesis? Aparentemente no, sin embargo, para el
enriquecimiento del propio investigador resulta muy propio dominar una segunda
lengua.
El
autor considera que si se decide realizar una tesis basados en algún autor de
otro idioma, siempre es aconsejable leer su literatura en su propia lengua y
para ello recomienda 3 puntos:
1.- No se puede hacer una tesis
sobre un autor extranjero si este no es leído en su lengua original.
2.- No se puede hacer una tesis
sobre un tema si las obras más importantes que se refieren a él están escritas
en una lengua que no conocemos.
3.- No se puede hacer una tesis
sobre un autor o sobre un tema leyendo solo las obras escritas en las lenguas
que conocemos.
Por
ello, antes de establecer el tema de una tesis hay que ser astutos y echar una
primera ojeada a la bibliografía existente para estar seguro de que no hay
dificultades lingüísticas notables.
En todo caso, si no se conocen lenguas
extranjeras y no se puede aprovechar la preciosa ocasión de la tesis para
empezar a aprenderlas, la solución más razonable es la tesis sobre un tema
específicamente castellano en el que las referencias a literatura extranjera
sean fáciles de eliminar o de resolver recurriendo a unos pocos textos ya
traducidos.
En
la pregunta seis, ¿tesis científica o tesis política? Encontramos que según el
autor ambas tesis se relaciona porque una tesis científica puede ser política y
viceversa. Dentro de esta pregunta, encontramos 3 preguntas más en donde el
autor nos plantea la necesaria reflexión de determinar qué es lo que queremos
investigar. Si nos decidimos por una investigación científica debemos de
cumplir los siguientes requisitos: 1.- La investigación versa sobre un objeto
reconocible y definido de tal modo que también sea reconocido por los demás.
2.- La investigación tiene que decir sobre este objeto cosas que todavía no han
sido dichas o bien revisar con óptica diferente las cosas que ya han sido
dichas. 3.- La investigación tiene que ser útil a los demás y 4.- La
investigación debe suministrar elementos para verificación y la refutación de las
hipótesis que presenta.
El
autor considera que podemos trabajar temas tanto histórico-teóricos o
experiencias en “caliente”, ya que lo importante no es en si el tema de la
misma sino la experiencia que se logra con el desarrollo de la investigación,
incluso pudiendo transformar un tema de actualidad en tema científico, ya que
se puede hacer de modo científico una tesis que otros definirían, en cuanto al
tema, como puramente periodístico y se puede hacer de modo puramente
periodístico una tesis que, a juzgar por el título, se tendría todo lo
necesario para parecer científica.
A
manera de conclusión personal, creo que el autor pretendió crearnos un panorama
general de muchas aquellas preguntas que no hacemos al momento de iniciar una
investigación.
A
veces preguntas insignificantes ante la mirada de un especialista, pero
preguntas complejas para un incipiente estudiante que tiene la imperante
necesidad de iniciar un trabajo de investigación.
En
lo personal, me gusto el estilo ligero del autor y la manera tan magistral de
manejar situaciones que se podrían presentar al momento de seleccionar un tema
de investigación. Considero que la aclaración en la importancia de la
limitación de la investigación es fundamental para la consecución del éxito en
la misma ya que con el afán de querer impresionar a un jurado calificador
podemos complicarnos el ejercicio académico.
Creo
que fue muy enriquecedora esta lectura.
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